No suelo ir a
La Tabacalera, cada vez que he intentado entrar he tenido algún problema: no es la hora, estamos trabajando, vuelva mañana,... La puerta esta siempre cerrada, siempre descolorida, los carteles que anunciaban (no recuerdo qué anunciaban), desgarrados, unos solapando a otros, los orines y el óxido se comen la pintura de las plantillas (stencil)... entonces me distraigo rodeando el edificio, aburrido y dudando si marcharme hacia el metro de
La Latina o subir hasta
Atocha
y entretenerme por la
Casa Encendida antes de entrar en el
Reina Sofía.
Hace un tiempo, no recuerdo bien cuánto pero hará ya casi un par de años, pintaron el muro de la calle
Miguel Servet y algún medio se hizo eco de aquello, sobre todo de una inscripción que al leerla ahora me lo recordó: "
Mientras estos muros son pintados de forma legal, el ayuntamiento limpia cientos de graffitis ilegales". Seguí el trabajo de los chicos a través de internet, algunos los conocía, otros, aunque no los conocía, los seguía por los murales que salpican
Madrid; otros, no sé quienes son y me apena haber dejado de seguirlos, todo hay que decirlo. Aún hoy cuando veo algunas piezas las fotografío aunque no las publique, las guardo como muchas otras fotografías de cuadros o paisajes que se acumulan en ordenador. Quizá sea por todo esto, porque ese muro durará mucho tiempo sin retoques ni blanqueos, por lo que las publico antes de que se echen a perder en su propia legalidad en la que, por fin los chicos, son reconocidos como artistas.
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